diumenge, 19 d’abril del 2009

UNA DEFINICIÓN DEL FASCISMO ESPAÑOL


Por Rose-Marie Serrano

Setenta años después de las matanzas, de las torturas, de los asesinatos ejecutados por sus abuelos, los jóvenes descendientes y parientes de fascistas españoles, bajo los rasgos amenos de sus nietos, o incluso de las esposas dominadas de éstos, adoctrinados en el odio a los « rojos », os escupen a la cara, el 13 o el 14 de abril (la II Repùblica se proclamó un 14 de abril), en una calle aùn llamada de José Antonio (promotor del Fascismo español), en algunos pueblos de Castilla-La Mancha :


« Los rojos han martirizado a toda mi familia. Mi abuelo, alcalde de 1940 a 1947 ha salvado a numerosos paisanos. ¡ No le permito a Ud reírse de mis muertos ! ».

No puede entender el joven descendiente de fascistas que lo que arranca una sonrisa es la mentira de los sumarios con los que sus abuelos condenaron a « los rojos », que él repite sin vacilar, sin dudar de ella, convencido de que los suyos no mintieron.

Ese joven descendiente de fascistas, ¿ ignora que ya hace setenta años que los suyos « se ríen » de los nuestros, fusilados, enterrados en fosas y cunetas, o incluso juntos sus huesos con la armazón de alguna tapia del Mausoleo de Franco en el Valle de los Caídos ? ¿ Ignora o quiere ignorar que su abuelo no « salvó », muy al contrario, ni a los que estuvieron en las càrceles (alguno allí murió), condenados por « Rebelión » o « Auxilio a la Rebelión » (o sea por el delito cometido contra la Repùblica por los franquistas-fascistas) en Madrid en 1939, ni a los que yacen en fosas, en Talavera o por el arroyo de Berciana (Toledo, en la capital existen también varias fosas con restos de republicanos) ? Tampoco salvó aquel abuelo, que fue alcalde durante la represión franquista, a los fusilados del 6 de marzo del 41 en el Cementerio del Este de Madrid (consta la lista de sus nombres en Consejo de Guerra de Mirta Nùñez Díaz-Balart), a los que nosotros, « rojos », homenajeamos el 11 de abril ante aquella funesta tapia, hoy del Cementerio de la Almudena . ¿Ignora ese joven descendiente de fascistas que allí fueron fusiladas a modo de genocidio, de 1939 hasta 1944, 2670 personas por « rojas » , o sea por haberse puesto del lado de la legalidad republicana ?

Ese joven, inquieto por saber si nosotros pertenecíamos a la Memoria Histórica (yo sí, joven, y muy orgullosa de ello), lleno de odio para con los « rojos », sigue empleando el término insultante, retomado con orgullo por Jean Ortiz en su película Fils de Rojo (Hijo de Rojo).

Para ese joven descendiente o pariente de fascistas, que defiende como gato tripa arriba a sus criminales genitores o parientes, y que sólo tiene unos treinta años, es « rojo » todo republicano.
Como él, otros reaccionarios por otros lugares de la Mancha o de Castilla, de la misma ralea que él, nos acusan de lo que ellos padecen (es la tàctica de los fascistas), un odio visceral hacia « los que no piensan como ellos » : « Odiàis, dicen, a cuantos no piensan como vosotros », con una mala fe absoluta y una incapacidad total a reconocer sus culpas, crímenes, agresiones, humillaciones e insultos.

Esos fascistas, ya que lo son tal vez sin saberlo, os amenazan, ante un homenaje por hacer : « ¡No vais a levantar puños y alzar banderas ! (republicanas) ».

El odio primario a la diferencia los caracteriza, y la calumnia es su herramienta predilecta. Usan la mentira, la calumnia, la presión moral, con la meta de torturar moralmente a su enemigo, cuando no pueden hacerlo físicamente.

Lydia Falcón y Eva Forest denunciaron esas torturas del final del franquismo, de las que habla en su libro apasionante Routes (Derroteros ) Acacia Condés.

El fascismo sólo tiene un « derrotero », y odia a todo el que se aparta de él : la fuerza, la violencia, la destrucción moral y física del que resiste.

El fascista no « piensa », posee, domina, somete. El fascismo es la dominación, el control, el racismo, la xenofobia, o sea, lo contrario del amor, de la fraternidad.

El fascismo sigue agazapado en la esquina de la calle. ¡ Cuidado ! Seamos vigilantes, nos acecha. Finge ignorar nuestra existencia para echàrsenos encima como el jaguar encima de su presa.

París, 19 de abril de 2009.