dimarts, 4 d’octubre del 2011

MANOS LIMPIAS BRAZO EN ALTO DENUNCIA

Libertad, justicia, pluralismo político, igualdad, manos limpias, CINISMO Y FASCISMO





Lucharemos siempre por la defensa del orden constitucional de nuestro país, frente a los movimientosseparatistas que pretenden disgregarlo. Por ello, entendemos que los símbolos españoles deben siempre ocupar un lugar fundamental  en los lugares físicos donde se ubique la presencia de representaciones de cualquier Administración Pública. No hay más que echar una mirada a países de nuestro entorno, para comprobar que cualquier organización, que tenga relación directa o indirecta con representantes territoriales del Estado o que canalice la participación de ciudadanos en asuntos de interés general,  incluye en sitio preferente la bandera de su país como signo de  la pertenencia a esa nación. Nosotros, también la incluimos en esta página sobre nuestra identidad, con el máximo orgullo. 

SECRETARIO GENERAL: MIGUEL BERNAD REMON.

(...) Su secretario general no oculta la admiración que le despierta la figura de Blas Piñar, ante cuyo nombre siempre antepone un respetuoso don: «Yo era amigo de don Blas Piñar y de la familia.Para mí, don Blas fue un hombre leal a sus ideas. En su día la Historia lo reconocer. Gente del franquismo que había vivido mucho más del Régimen que el señor Piñar, después dieron el salto a otras formaciones políticas, renunciando a sus ideas».Miguel Bernard Remón se despreocupa de que este tipo de declaraciones públicas pueda poner en cuestión al sindicato Manos Limpias, creado en España hace ahora una década bajo el mismo lema que sustentó a su homónimo en Italia: «Allí donde existe un delito debe haber alguien capaz de denunciarlo».


(...) Sin embargo, Bernard no puede sustraerse a un pasado político que, en una lectura superficial, puede colocarlo al otro lado de la legalidad democrática. El secretario general de Manos Limpias recuerda con indisimulada nostalgia la década prodigiosa de la ultraderecha española posfranquista, cuando los militantes de Fuerza Nueva eran temidos por su organización paramilitar y los numerosos altercados callejeros que protagonizaban armados de cadenas y chacos. «Objetivamente, con todos los defectos que pudiera tener Fuerza Nueva, el partido de Blas Piñar desempeñó un papel importante en la transición española. Si no hubiera existido una oposición de este tipo, llamémosle violenta, a lo mejor la transición se hubiera hecho de otra manera. Tal y como se desarrolló hubo un equilibrio de fuerzas y terminó, con los incidentes que existieran por el camino, con un texto constitucional».

Las concomitancias ultraderechistas no acaban en las declaraciones del secretario general del sindicato. Cuando el sindicato filofascista Fuerza Nacional de Trabajo se instaló en Madrid, compartió sede con Manos Limpias en las oficinas capitalinas de Quintana, 20, en el barrio de Moncloa.


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