Durante unos días hemos vivido de ilusiones, el juez Garzón se había decidido a hacer justicia en un país que no la conoce, creímos que por fin las victimas tendrían una sepultura decente, como en cualquier país civilizado, que los descendientes de los asesinados por los fascistas podrían llorar sus muertos sabiendo donde estaban, que se reconocería los sufrimientos de millones de habitantes de un país que llaman España, que fueron maltratados, insultados, vejados y silenciados por los que asesinaron a sus parientes, creímos que por fin las fosas se abrirían para que florecieran las rosas, amapolas y claveles que encerraban, la sangre de los mártires, los restos de nuestros seres amados.
Estábamos con el juez valeroso, confiábamos en él, y seguimos haciéndolo, pero sabíamos lo que arriesgaba, insultos, amenazas, bromas asquerosas, a todo ha tenido derecho. Los asesinos, sus descendientes, no paran de querer ocultar sus crímenes, sus robos, no quieren que se sepa la vida regalada que llevaron a costa de los republicanos exterminados o aterrorizados.
La historia continua, siempre igual, los mismos insultos para todos, los republicanos no tenemos derecho a recuperar nuestros muertos y nuestra memoria, se nos deja respirar, ya es mucho. El líder de un partido de la oposición, de lo que debería ser una derecha democrática, se felicita de la decisión de los cautelares, parece incomprensible que un político con barba cana se alegre de que las familias de los habitantes de lo que él llama su país no puedan enterrar sus muertos, ¿Por qué tanto odio? Tal vez tengan los que pertenecen a ese partido muchas cosas que ocultar. Como la Iglesia, parte integrante del aparato represivo fascista que llevo al exterminio de ciento de miles de republicanos. Aquellos a quien mate deben seguir desaparecidos, sus familias calladas, es voluntad divina.
Zapatero ha conseguido que le den un banquetita en la reunión del G-20, le ha costado muchos trabajos, por fin ira allí a codearse con los poderosos de la mano del presidente de derechas de Francia, esta contento, mejor para él.
Se reunirán allí para entre todos ver la mejor manera de seguir explotándonos, sin que protestemos demasiado, y de cómo hacer pagar la crisis a los que ninguna culpa tienen de ella, las medidas que tomaran serán para dejarnos en paños menores, los bancos y otras entidades especulativas seguirán engordando, como siempre, esta crisis ha arruinado a muchos trabajadores, pero ha hecho también, muchos millonarios entre los ricos que sabían como manejarla, o tal vez incluso provocarla, así se ha dicho.
Allí, entre los políticos reunidos estará el representante de España, entre los lideres de países democráticos habrá uno de un país que no lo es. No, este país no es una democracia, no es democrático un país en el que la justicia no investiga genocidios y asesinatos, en el que los nombres de los asesinos deben silenciarse, un país que impide enterrar a los muertos, contra toda ley natural, contra la justicia mas elemental y contra todas las leyes divinas y humanas que rigen los países civilizados y democráticos, incluso la ONU se ha inquietado de una situación como la que se da en este mal llamado democrático país.
No podemos quejarnos, tenemos todo lo que queremos, un rey que juega a Indian Jones, a la búsqueda del Santo Grial, en Valencia, una reina que enmienda la plana al gobierno legítimo de la nación, dando a conocer sus ideas reaccionarias, y el susodicho gobierno calla, en vez de mandarla callar como suele hacer su chulesco esposo, su frase a Chavez fue una chulería, lo mantengo. Sigamos, que más queremos, un fiscal que justifica la rebelión militar, no hay ninguna ley que la prohíba dice, un falangista que pide un golpe de estado, también eso es legal, unos fascistas que se pasean, golpean, provocan y asesinan, protegidos por la policía, todo esto tenemos, podemos estar contentos y dar las gracias a nuestra atípica democracia monarcofascista que tan fructífera es para algunos y tan despiadada contra muchos.
Nosotros continuaremos pidiendo justicia, pidiendo a Garzón que no se amedrente, nosotros hemos soportado malos tratos durante más de 70 años, él también podrá hacerlo, debe mantener el tipo por él, por nosotros, por todos.
Sabemos que un día conseguiremos recuperar a los que murieron defendiendo el régimen legal de este país. En ese momento, cuando salgan de sus fosas, envueltos en la bandera por la cual murieron, nos dirán que la democracia ha llegado por fin a este país que sin ella no existe.
Viva la República
Milagros Riera