El consejero de Interior del Govern de la Generalitat, Felip Puig y el magistrado de la Audiencia Nacional
Eloy Velasco están impulsando una operación represiva, con la colaboración de la Fiscalía General de Catalunya, contra un movimiento social masivo que está haciendo frente a las políticas de recortes presupuestarios en ámbitos tan importantes como la enseñanza y la sanidad entre otros. En lugar de prestar atención al malestar ciudadano hacia la crisis y los recortes antisociales, los poderes fácticos responden con la represión y la
criminalización de la disidencia. A esta situación hay que añadir el papel fundamental que una entidad tan antidemocrática y poco representativa como
Manos Limpias ha tenido en este proceso. Ellos han sido los impulsores del proceso, presentando una querella criminal contra el 15-M ante la Audiencia Nacional. A todo ello se suma el proceso penal que están sufriendo 6 personas en los juzgados de Barcelona por la misma protesta.
Cabe destacar que la Audiencia Nacional es una institución heredera del ‘Tribunal de Orden Público’ franquista (TOP), un tribunal de excepción utilizado históricamente en casos con un cariz claramente político. Las personas que afrontarán este procedimiento son acusadas de un delito “Contra las Instituciones del Estado”, delito que no ha sido nunca aplicado a las múltiples protestas acaecidas ante los diversos parlamentos autonómicos, el Congreso de los Diputados o el Senado. Tampoco pasó el
año 1984 cuando, hay que recordarlo, una multitud de militantes de Convergencia Democràtica de Catalunya, congregados a las puertas del Parlament, protagonizó una protesta mucho más contundente que la del 15 de junio, en este caso contra los diputados del Partit dels Socialistes de Catalunya. Entonces, los dirigentes convergentes no hicieron ninguna referencia a la honorabilidad de una de “las máximas instituciones del país”.
Entendemos estas actuaciones no como una acción contra personas específicas-que en todo caso serían chivos expiatorios – sino como un ataque al conjunto del movimiento 15M. Un movimiento con un apoyo social muy elevado que encabeza la crítica al actual sistema de representación política, así como a las medidas económicas de austeridad neoliberal promotoras de segregación y exclusión social.
La convocatoria del 15 de Junio de 2011 fue una decisión tomada a partir del debate público, abierto, transparente y horizontal que tuvieron las multitudinarias asambleas de entonces. Es por ello que creemos que este proceso constituye un ataque a todo el movimiento.