Miguel Ángel Marfull
Público.es
Entrevista a Iñaki Anasagasti
El portavoz del PNV en el Senado carga en su último ensayo contra el vasallaje ciego a la monarquía española
Durante casi 20 años de parlamentario en Madrid y como portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti (Venezuela, 1947) es quizá el político que más ha alternado con el rey en actos oficiales. "Al menos seis al año", recuerda en su último libro, Una monarquía protegida por la censura (Ediciones FOCA), escrito por encargo de otra editorial que no se atrevió a publicarlo. Como el niño del cuento de Hans Christian Andersen, Anasagasti se atreve a decir en voz alta que el emperador está desnudo.
El cuento parece escrito por usted pensando en el rey.
Es uno de los tabúes de la democracia que nadie quiere abordar. No se puede hablar de algo tan importante como el jefe del Estado; hay una censura de hierro, un tratamiento hagiográfico propio de Irán, Corea o de países tercermundistas.
Dice que la monarquía está protegida por la censura, pero usted es libre de criticarla y un diariode reproducir sus criticas
Quizá la palabra censura tenía que ser sustituida por silencio. Pero censura hubo con la revista El Jueves y con las caricaturas de Deia a propósito del oso Mitrofán. Existe una censura encubierta.
¿Cómo es el rey?
Tiene una educación militar y es un hombre inculto. No valora la representación, pero tiene gestos de normalidad. Últimamente, he tenido una inmensa decepción con lo que ha hecho con Ibarretxe. En la inauguración de la biblioteca de Deusto, en febrero, estando con el lehendakari, Patxi López y Basagoiti, el rey le dijo a López: "A ver cuándo quitas a estos, que llevan mucho tiempo gobernando". Si el PNV lleva mucho tiempo es porque lo eligen democráticamente, mientras que al rey lo eligió el dictador.
¿Qué pesa más en la balanza de la monarquía, los aciertos o los errores?
El rey es una figura familiar después de 30 años sonriendo cada día en televisión. Me gustaría saber cómo sería si se hubiera informado sobre su vida privada, con sus distintas amantes, que las ha tenido; acerca de sus negocios privados, o sobre su papel de verdad en el 23 F. A veces me dicen: "¿Te gustaría que el presidente de la república fuera Aznar?". No, claro, pero se le podría quitar. Además, por qué no puede ocurrir aquí como en Italia, donde Berlusconi es un impresentable pero el presidente de la República es un académico, con una trayectoria democrática, que sabe de algo. Pero este señor, ¿de qué sabe?
¿Mejorarán las cosas con el príncipe?
Es una persona más culta, pero no me gusta nada Letizia. Es un personaje sobrevenido que está actuando de una manera incorrecta, porque se lo ha creído demasiado. En lugar de mantener cierta sencillez, todo lo contrario, mantiene una distancia superflua.
Las encuestas, sin embargo, valoran muy bien al rey.
Es normal, porque las encuestas del CIS están amañadas. Que nos dejen a nosotros hacer las preguntas. Además, hay un veto a criticar al rey; quien lo hace se convierte en un maldito o en un tipo raro.
¿Habrá una tercera República española?
Sería un signo de gran madurez. En los países europeos con monarquía, la figura del rey es decorativa. Aquí, la Constitución le atribuye un papel, por ejemplo, como jefe de las Fuerzas Armadas. Me irritó que en la guerra de Irak no dijera nada. Sobre la Ley de Memoria Histórica, tampoco. Nunca ha pedido perdón, y este señor se pasó 30 años al lado de un dictador sanguinario. Eso de que es el rey de todos los españoles no me lo creo, es un cuento chino.
¿La guerra de Irak fue punto de inflexión de su desafecto hacia la monarquía?
En una ocasión, yo estaba en con Felipe Alcaraz, que llevaba una pegatina de No a la guerra y el rey nos preguntó por ese lema; al explicárselo, nos dijo que era militar y que a él le gustaban las guerras. Le contesté que eso me parecía una barbaridad, y que, si le gustan, podía ir él o su hijo. Además, los grupos de la oposición pedimos verle, porque Aznar nos hurtaba el debate en el Parlamento, pero sólo atendió a Zapatero. Si la Constitución asegura que el rey hace la guerra y declara la paz y que está al frente de las Fuerzas Armadas, pero no tiene nada que opinar sobre Irak y dice que le gustan las guerras porque es un militar, me parece que es tan culpable como Aznar.
¿Resistiría la monarquía española las criticas que aguanta la británica?
No. Aquí no entendemos cómo los italianos pueden votar a Berlusconi. No quiero comparar al rey con Berlusconi, pero es lo más parecido que hay. El rey es uno de los más ricos a pesar de todo lo que se diga. Es el único que se ha subido su atribución con la crisis porque el resto, las Cortes y la gran Administración tiene la nómina congelada, pero él se ha subido el sueldo. Eso, en cualquier país, sería un escándalo. Aquí no. No hay debate; está protegido por el silencio y por eso la gente piensa que esto no tiene nada que ver con Berlusconi, pero tiene mucho que ver.
¿Quién fiscaliza las cuentas del rey?
Nadie. Es inadmisible que un jefe del Estado no responda ante nadie. Por lo menos, Franco respondía ante dios, este no. Que las cuentas de la casa real sean las mas opacas del mundo es increíble. Y luego, el protagonismo de la familia real, que no existe como tal en la Constitución, pero la gente se arrodilla ante ellos. Hay españoles que son simplemente imbéciles; yo no tengo cultura de vasallaje y no admito humillarme ante un señor que no ha sido elegido democráticamente.